domingo, 27 de febrero de 2011

el futuro

Las pizarras digitales aún no hay llegado a todas las aulas y ya nos presentan esto. Es una gozada.

La Tienda de las Hadas: SORTEO DE PRIMAVERA

La Tienda de las Hadas: SORTEO DE PRIMAVERA: " Como cada año por estas fechas, las hadas se preparan para el solsticio de primavera, recolectan semillas, pintan mariposas, y d..."

jueves, 10 de febrero de 2011

fichas grafomotricidad formas

Lenguaje comprensivo y expresivo

Oracions (separa-ordenar)

Disgrafia 5

Disgrafia 3

Dictado

Disgrafia 4

DÍA DEL LIBRO

viernes, 4 de febrero de 2011

el alfabeto caligrafía

Terapia Miofuncional

Terapia Miofuncional

asociación de ideas

LA SEMILLA-1

La Mala Costumbre - Pastora Soler

CONCIENCIA FONOLOGICA

c-k-q-d-t-p-s-m-l-z-ce-ci UDICOM

j-b-r-rr-g-f-n-h-ch UDICOM

X-L-LL-Ñ UDICOM

SINFONES-VOCALES UDICOM

jueves, 3 de febrero de 2011

PASAR LISTA Y LOS PRIMEROS PROBLEMAS DE SUMA.

PODEMOS APROVECHAR LA ASAMBLEA DE LA MAÑANA ALPASAR LISTA PARA IR INTRODUCIENDO EL CONCEPTO DE SUMA. ES MUY FÁCIL.

LA SILLA DE PENSAR

Seguro que todos habéis oído hablar alguna vez del rincón o de la silla de pensar. Y, probablemente, la mayoría de vosotros tenéis en clase algo similar. También yo. Pero me gustaría dedicar unas líneas a explicar el origen de este concepto y el porqué es frecuente que las encontremos en nuestras aulas, e incluso en la de maestros y maestras que no trabajan con rincones en el aula.Cuando un niño o una niña no es capaz de mantenerse en silencio, o de atendernos cuando hablamos, cuando pega a un compañero o se comporta insistentemente mal, casi automáticamente le enviamos al rincón de pensar. Y, digo automáticamente, porque lo primero que tratamos de lograr al hacerlo es que esté tranquilo un tiempo. Allí, le decimos que piense en lo que ha hecho y recapacite. Al rato, le preguntamos si ha llegado a alguna conclusión y, los más despabilados, saben la respuesta que debe darnos para dejarnos satisfechos: “Ya no lo voy a hacer más”.Pero el fundamento de este rincón es ajeno a esta idea. El rincón de pensar se concibió originariamente como un lugar donde recapacitar, no sobre lo mal que uno se había comportado, sino sobre cualquier actividad que se estuviera desarrollando en clase. En este sentido, el rincón de pensar, más allá que como mero castigo momentáneo, surgió exactamente para eso: para pensar. Así, cuando realizamos en clase una actividad que a un alumno/a le puede resultar más difícil, podemos pedirle que acuda a esta zona de la clase para hallar una solución. Pensemos, por ejemplo, en un juego que desarrollemos en el rincón de los experimentos con objetos que flotan y objetos que se hunden en el agua. Con el fin de que reflexionen acerca del porqué de este proceso, pueden dirigirse al rincón o sentarse en la silla de pensar, y recapacitar sobre ello. Con esta base, cuando tienen un comportamiento inadecuado, el pensar en este rincón tiene una razón de ser, no resulta absurdo, no es un castigo, pues saben hacerlo, están acostumbrados a ello. Ya no es un lugar donde van solo y exclusivamente cuando se comportan mal, sino que se transforma en un lugar de verdadera reflexión, lo que les permitirá tener un mayor y mejor conocimiento de sí mismo, contribuyendo así a que adquieran una imagen positiva de sí mismos, y a que construyan su propia identidad a través del conocimiento y la valoración de sus características personales. Hoy, sin embargo, este importante rincón ha quedado reducido, en la mayoría de las ocasiones, a un lugar similar a la silla del aburrimiento, donde los alumnos y alumnas, lejos de recapacitar, de pensar en sus actitudes, de valorar lo que han hecho, simplemente, descansan de sus pequeñas travesuras, y piensan, eso sí, en no volver a hacerlo para que no les volvamos a castigar. Ojalá volvamos a recuperar el verdadero sentido de este espacio, tan importante para la educación de nuestros alumnos y alumnas.

GRAFOMOTRICIDAD

PARA PODER UTILIZARLA VARIAS VECES, UTILIZAMOS BOLI DE PIZARRA BLANCA Y UN PEQUEÑO BORRADOR.















LES ENCANTA ESCRIBIR Y BORRAR.